sábado, 26 de marzo de 2011

Gilipollas de la semana : Carme Chacón


Hacía tiempo que quería dedicar unas líneas desde mi humilde espacio a esta señora desde que decidió (o le propusieron, eso no lo sé) dirigir ese nefasto Ministerio-mal llamado- de Defensa, (más bien es un Ministerio de Ataque).
Más que nada porque representa a una más de las "Franquispicias" de la OTAN que se dedican a tirar bombas a diestro y siniestro allá donde ellos consideren necesario, ya sea por un "genocidio", ataque a los derechos humanos, o vaya usted a saber qué, pero siempre con un registro de muertos más que considerable. No me gustaría llamar gilipollas a la "interfesta" en cuestión por sus méritos políticos y académicos, los cuales no pongo en duda (no como otros cargos que ya se adelantan sus licenciaturas en sus curriculums). Gilipollas por seguir contribuyendo a esa tarea despreciable de impartir (in)justicia en el mundo con la excusa de la ayuda humanitaria. Y el ejemplo de Libia no viene más que a confirmar esta tendencia, donde se alimenta al monstruo que luego se pretende destruír. El gilipollas de Gaddafi gozó en su etapa post-malvado del reconocimiento como barrera de contención del islamismo que Occidente siempre dice se debe temer. Mi cada vez más maltrecha memoria me permite recordar a Gaddafi en alguna que otra cumbre rodeado de sus colegas ahora enemigos de su causa. Ahora que vuelve a ser malo malísimo para "nuestros " dirigentes, la OTAN ha vuelto a la carga, y deberá hacer frente a ese arsenal de unos 300 millones de Euros que han venido de Europa principalmente. Creo que no hace falta recalcar la hipocresía que todos conocemos.
Y la señora Chacón va a ser el blanco de este gilipollas de la semana por sus discursitos solemnes de "satisfacción" por la intervención de la OTAN. Da mucha grima escuchar a esta tía que iba de "socialista guay" y se ha convertido en la Condoleeza española, dando apoyo a esas maquinarias de matar que son los ejércitos y justificando sus actuaciones. No se puede ser más impresentable y más gilipollas. Y lo más impresentable de todo es la jeta que le echan los dirigentes españoles cuando es conocido el papel de las exportaciones españolas de armas. A tomar por culo la "Alianza de Civilizaciones" se va cuando se descubre la realidad del aprovisionamiento de armas mundial por parte de España. Así se garantiza la paz mundial.
Para el que tenga un ratillo dejó aquí un informe del papel "pacificador" de España en el mundo a través de sus negocios de armas:

http://www.centredelas.org/attachments/677_informe-8-cas.pdf

Igual de gilipollas son todos los dirigentes socialistas y periolistos afines al PSOE que no admiten comparación con casos como el de Iraq. Claro, aquello era una intervención "ilegal" y ésta no. Miles de gilipollas y miles de muertos, y así nos va...


jueves, 17 de marzo de 2011

El (LOS) Gilipolla de la semana: Los defensores de la Energía Nuclear


Hace casi una semana que Japón casi se va a tomar por culo por un terremoto para el que, parece ser, no estaban tan preparados como siempre dicen de los japoneses. Cuando la tierra dice "hasta aquí hemos llegado" no hay país "desarrollado" que pueda hacer frente a la mala leche de un planeta que no hace más que recibir y que parece que se defienda a hostias de los ataques que recibe. Evidentemente los japos no tienen niguna culpa que la tierra tiemble, si acaso de haber construído esas centrales que ahora parece que vayan a acabar con el mundo. Y si no acaban con nuestra existencia, sí que siembran la preocupación en toda la población mundial. Y como siempre, los que defienden esta fuente de energía huyen hacia adelante y acusan a los "lobbies ecologistas" como los llaman ellos, de "aprovecharse" de una desgracia como esta para hacer campaña de nuevo contra la energía nuclear. ¿Es que no hay evidencias suficientes de lo peligroso que puede resultar esta mierda? Un tertuliano ayer en uno de esos debates tan plurales en Intereconomía resumió perfectamente la verdadera postura de los que defienden la energía nuclear: "Sí quiero centrales nucleares, pero lejos de mi casa". Tontos no son estos hijos de la gran puta que venden el furturo de nuestros hijos (si es que algún día llegamos a tenerlos) por sus estrategias de energía eficiente. Siempre con la excusa de la "demanda energética", no hacen una mierda para disminuir esa demanda. (En todo caso aumentarla) y de paso proponer modelos que nos llevarán a la destrucción tarde o temprano. Los japoneses ya están acojonados, con razón, y aquí los mamones de turno, y sus voceros en Veo Televisión, Intereconomía y demás, llenan sus programaciones esta semana con sus charlas entre fascistas engominados y peperos resentidos defendiendo un modelo que no deja de demostrar que hace aguas por todos lados.
Pues yo digo que la central nuclear la pongan al lado de vuestra casa, o mejor os vayáis a vivir a ella, GILIPOLLAS!!

martes, 15 de marzo de 2011

Dix fois trop tard

Esta es la frase que más he repetido en mi nueva visita a Francia. Es lo que me limito a decir mientras aprendo esa lengua que tanto dicen se parece al catalán pero pocos hablan. Yo todavía no la domino, y dudo que nunca lo haga, así que me dedico a decir esta gilipollez cada vez que cruzo la frontera. Y los franceses o aquellos que hablan francés se dedican a mirarme con cara rara.
He vuelto a París después de casi trece años y me ha vuelto a faltar tiempo para esta ciudad que es al mismo tiempo histórica, aburrida, especial y otros muchos adjetivos que la hacen única, cosa que atraen (dicen) al mayor número de turistas del mundo. Histórica por haber sido la cuna de l a Revolución con mayúsculas, que cambió este mundo de mierda en el que vivimos e intentó que fuera mejor. Seguro que hubieron montones de revoluciones anteriores a la que aquí sucedió, pero ésta marcó el punto de inflexión. Ya nada sería igual después de cortar por lo sano con la tiranía de reyes y emperadores, algo que todavía se mantiene. Almenos la idea está ahí. La ciudad más importante de la historia contemporánea. Ahí es ná.
Yo no me metí en el Louvre, pero fui a ver la tumba de Jim Morrison, que no está solo pues comparte, cementerio/parque de Celebrities con Oscar Wilde, Chopin, Moliere o Sieyes. Encontré la tumba de este último de casualidad. No había nadie para harcerle fotos. Y eso que escribió un libro que fue uno de los pilares del Estado Social y de Derecho, eso que tanto necesitamos y que tanto hablan los políticos cuando defienden sus privilegios.
Los Parisinos no son tan estirados como dicen. Pero sí que viven atropellados. No saben lo que es un paso de cebra ni saben poner un intermitente. Aparcan dejando medio metro entre coche y coche y elevan el precio de sus alquileres a precios desorbitados para mantener un elitismo que ninguna ciudad necesita.
Percepciones de alguien que estuvo allí tres míseros días son las mías. Así que no merecen más atención que otras que digan que Londres es más tal o Berlín es mas cual. Al final pienso que cada ciudad tiene sus buenos días y sus malas noches, y París no tiene un equipo de fútbol campeón de Europa pero sí una torre antena que todo el mundo quiere ver. No tiene mar pero un río por el que vale la pena navegar. Y si pierdo el tiempo escribiendo sobre París por algo será.
Me llevo un recuerdo mejor que el de mi primera vez allí y algunos suvenirses que cuestan más de lo que valen, pero eso pasa en Pekín y en Pokón. Me quedé con las ganas del ver el escenario donde se gestó la resurrección mundial del Barça, porque aquí Ronaldinho culminó su gloria futbolística que duró tan poco, y aquí Eto'o todavía caminaba con nosotros cuando nos devolvió la alegría. Es una que pena terroristas musicales como La Unión hayan hecho canciones sobre esta ciudad, porque vale la pena dejarse caer por aquí. Y yo espero volver a hacerlo, aunque solo sea para decir algo más que DIX FOIS TROP TARD!

martes, 8 de marzo de 2011

Me & Rock n' Rolla (2) METALLICA


Desde el año pasado no he vuelto a escribir sobre mi droga favorita, sobre la dependencia a los decibelios y la pérdida de audición progresiva, sobre el amor por la distorsión y los hachazos eléctricos de los héroes del rock, que para algo son héroes en un mundo como éste donde tan difícil es no ser un villano. El amor por la música en general y el rock en particular. Y se me hace difícil no pensar en un grupo que no ame/odie tanto como Metallica. Históricos y prescindibles, inigualables y despreciables, hay tantos adejetivos que me vienen a la mente cuando pienso en Metallica que se me hace difícil no pensar en otro grupo que haya despertado tantas sensaciones en mí. Los he visto en tres ocasiones y creo que en ninguno de los tres conciertos no he tenido la sensación de estar viendo a la mejor banda que ha pisado un escenario en la vida. Y eso que nunca ha estado ahí el señor Cliff Burton, ese mago de las cuatro cuerdas, auténtico responsable de que las puntas de mis cuatro dedos de la mano izquierda puedan ser atravesadas por un alfiler. Precisamente la visión de este animal en la prehistoria del DVD me empujó a perder el tiempo con lo que más me gusta. Cliff murió y solo estuvo tres años y tres discos en Metallica, pero eso le bastó para dejar una huella que los demás nunca superaron, por mucho que digan que Robert Trujillo ha ocupado el lugar que Burton dejó.
Una influencia tan grande que ha conseguido que mucha gente ame el bajo en un estilo tan difícil para él como lo es el Metal. Y una influencia tan grande que hizo de Metallica el grupo más grande de la historia. Los otros tres se han empeñado en no serlo por sus tonterías, pero hay algo en esa banda que los hace especiales, y yo no sé qué es.
El precedente de ver a Cliff sacar petróleo de su Rickenbacker fue un directo pirata en Donington de la gira del disco negro, prestado por mi camarada de largo recorrido Yaser. Corrían tiempos de amor por el Hardcore y Punk Rock cuanto más rápido mejor, y una entrada con Enter Sandman no era lo que yo andaba buscando. El sonido tampoco ayudó. Pero esas canciones con el tiempo fueron tomando forma y no hay ni una que no haya intentado tocar a día de hoy. Por algo será.
Esta semana me he agenciado un libro de esos para poner en la estanterías donde su fotógrafo de toda la vida, Ross Halfin, plasma la historia de estos tíos desde mediados de los 80 hasta la actualidad, y no he podido evitar volver a hacer mención de mis queridos/odiados Metallica, de los que tanto he hablado y aburrido al personal. La verdad que lo seguiré haciendo mientras sigan produciéndome esa sensación de haber marcado a fuego mi adicción al rock n rolla ou yeah.
Pido perdón a los Cimbrelines porque se me escapen algunos riffs en algún concierto. Doy las gracias a los que me habéis ayiudado a descubrir a este grupo, a Michi por pasarme el contacto (I'm sure you won't read this but thanks anyway) y poder tener en mis manos la batería del danés bajito, al roadie belga que me inundó de púas porque le dije que no me podía creer que estuviera montando la plataforma que tantas veces había visto en casa, a Cliff por haber vivido, y a los otros dos por haber construído Metallica, a pesar de todo. METAL UP YOUR ASS!