viernes, 5 de noviembre de 2010

Danko Horchata


"Jo no t'espero". Es una de las frases que más he leído en los últimos días a raíz de la visita de "susantidá" el Papa Ratzinger Z a la ciutat podrida de Barcelona que, últimamente, no sabe muy bien por donde navega y apuesta por estas inversiones millonarias con un dinero público que administra un Estado que se declara aconfesional, pero que no duda en proclamar a los cuatro vientos un cristianismo que deberíamos haber superado ya, y que seguiremos pagando aunque acudamos a otros rituales más interesantes y lascivos, como el que ofreció ayer el nuevo mesías del Rock and Roll, la bestia parda de los escenarios, The Mango Kid, Dan Cojones, Danko Horchata, alguien que sí fue esperado por los que amamos el rock and roll y los grandes conciertos destroza tímpanos de los que tanto disfrutamos. Acompañado de su "Satanic Rock and Roll Band", el señor Danko volvió a ser un vendaval y a demostrar que pocos le hacen sombra hoy día en un escenario. Con su inconfundible indumentaria negra y su bonita guitarra con la que entabló un surrealista conversación al comenzar los bises, descargó algunas de sus mejores coplillas con un sonido casi perfecto y un puesta en escena más que espectacular a pesar de las reducidas dimensiones de la Bikini. No sé que tiene esta sala, pero los dos últimos conciertos que he visto aquí han sido de lo mejor, y eso que tuve que desgañitarme cantando las canciones del señor Danko Jones con una sola cerveza debido al elevado precio de la birra. 5 euritos ni más ni menos. Se nota que estábamos en la zona alta de Barcelona.
Valió la pena pues perderme la proyección de la peli de la banda Trapera que coincidía en hora y cuya entrada no pude revender por casi ahogarme en ese océano de coches, motos y taxis que es Barcelona y que me obligó a abortar la operación "reventa" para conseguir beber almenos una birra más. Al llegar a la Bikini, ya estaban tocando unos zagales ingleses cuyo nombre no recuerdo pero que, a pesar de tener un buen sonido, me dejaron bastante indiferente con su rock metal facilito tirando al emo. El cantante estuvo en la puerta al finalizar el concierto intentando vender su disco a 5 euros a grito pelao como una gitana en el mercadillo, pero poco éxito tuvo. No sé si se habría dado cuenta que el disco de su grupo valía lo mismo que una cerveza, debió ser por eso.
Tras los sufridos teloneros apareció Don Danko y empezó con nuevo material que, como suele ser costumbre, desconozco, pero que no llegó a aburrir pues pronto llegaron las canciones de Born a Lion, We Sweat Blood, y Sleep Is The Enemy, mis favoritos. Tuvieron digna representación con canciones como Play the Blues, Lovercall (Introducción explicatoria de sexo oral incluída), Forget My name, Dance, She's drugs, o Sticky SItuation, entre otras.
Mención aparte merece el episodio de la horchata que ya se está conviritendo en parte del ritual, amén de su arenga para ser un tío echao p'alante como es él, algo que transmite a la perfección y que demuestra una personalidad arrolladora y un carisma del que carecen montones de frontmans hoy día. No faltó el recuerdo a los caídos del Rock: Cliff Burton, todos los Ramones muertos, Johnny Cash, Bon Scott, Joe Strummer, Pete Steel (Que yo no me había enterado que había muerto) y un recuerdo especial para el número uno según Danko, el señor Ronnie James Dio, que tan laureado está siendo tras estirar la pateja.
Este fue uno de los últimos episodios del concierto que no volvió a traer al Elegido, al Caudillo del Rock and Roll. El que nos salvará de tanta bazofia imperante en este mundo nuestro de música blandita y sin alma que, afortunadamente, queda en nada cuando gente como ésta pisa un escenario. Hail hail Rock and Roll. Hail Mr. Danko Jones. The Mango Kid. Dan Kohones, Danko Horchata.

jueves, 3 de junio de 2010

Volviendo al Hangar


Megadeth han vuelto a Barcelona y yo no he dudado en endeudarme un poco más y agudizar mi propia crisis económica particular al pagar los más de 30 euros que estos referentes del Trash piden para formar parte de su actual ritual: Tocar de la primera a la última las canciones de su disco Rust in Peace de 1990. 20 años no son nada, y aquellas canciones que dejaban bastante en evidencia a otros grupos ya gastados a finales de los 80 hicieron que Megadeth dieran una vuelta de tuerca más y no siguieran siendo otro grupo de Trash, sino el verdadero referente del Metal trashero con etiqueta genuinamente Heavy. Sembraron el camino de un sonido personal que vendría después y demostraron que no todo era Metallica e Iron Maiden. No sé si Mustaine hará esto cada vez que uno de sus discos cumpla veinte años. Sospecho que no , y spor eso ospecho que este disco es especial para él. Y especial es una canción como "Holy Wars". Fue la primera que sonó en mi primer concierto en el año 1997, cuando Razzmatazz se llamaba Zeleste, y fue la parte final que todos los fanes de Megadeth conocemos la que sirvió de apéndice de un Peace Sells que por supuesto yo esperaba.
13 años después de mi primer concierto, durante los cuales he podido ver a estos señores otras cuantas veces, volví a Razzmatazz y lo hice sin ninguna compañía, pues parece que la legiones de Megadeth de mi generación han ido mermando con el tiempo. Muchachada era lo que había allí, y la cola que daba la vuelta a Razzmatazz daba fe de que aquel concierto sería mucho más especial de lo que yo esperaba. Mucha expectación y mucha cerveza en los aledaños. Dentro , una sala llena y un recibimiento soprendentemente bueno a los teloneros: Unos tales Vortice. No sé si serán de aquí pero el sonido fue horrible y el grupo me aburrió como el que más. Es un poco triste tener que tener tantas veces la sensación que quieres que el telonero acabe. Me volvió a pasar. Me acordé de los Kill II This. Volvieron a perder estos Vortice. El escenario les quedaba grande y tocar delante de ese telón gigante de Megadeth con Vic Rattlehead desafiando a todos tiene que ser algo de lo que estar orgulloso, pero también un reto difícil de superar. Siento decir que estos tíos no lo superaron. El ánimo del público al principio fue decayendo hasta que se escuchó "Megadeth, Megadeth" Eso duele.
Mientras observaba aquel logo gigante que tantas veces he reproducido en apuntes mientras me aburría en alguna clase, iban sonando canciones de Black Sabbath y un Walk de Pantera que el público coreó poco antes que salieran Megadeth a escena.
Y así salieron los dos nuevos primero, cuyo nombre desconozco, el retornado Ellefson después y el jefe Mustaine para demostrar a todo dios otra vez quien es el verdadero rey del Trash.
Canciones nuevas, una o dos, Wake Up Dead, y vamos a lo que vamos: Mustaine se fue a un lado del escenario a cambiar su guitarra y apareció con un modelo inédito para mí pero reconocible al momento: La portada de Rust in Peace. Y empezó lo que todos deseábamos: la reproducción íntegra del citado disco, desde Holy Wars a Rust in Peace...Polaris. Y una demoledora como siempre "Tornado of Souls" enmedio. Después la selección de algunas de las mejores canciones del resto de la discografía: A tout le monde, Trust, Simphony of destruction, o In my Darkest Hour. Todo esto mezclado con algún tema nuevo que no tengo el honor de conocer. Y para terminar, un Peace Sells final con el mencionado final de Holy Wars.
Así acabó una visita de unos Megadeth que saben a lo que juegan porque saben que su estatus está ya entre los elegidos. Mustaine es un perro viejo que saborea cada buen concierto que ofrece. Vive de ello y para ello, y es un animal de directo. Le hicieron renunciar a Metallica pero no renunció a crear el grupo de Metal más poderoso a la vez que infravalorado del mundo. Seguirá dando guitarrazos en salas que no llegan ni de lejos al aforo que sus compañeros de viaje en la adolescencia llenan por medio mundo. No ha necesitado hacer ninguna payasada cercana al reality aunque haya sido víctima de ella, y aun así es respetado porque ha creado una música que rara vez sonará entre la preferencias de imbéciles con corbata que odian la música a volumenes ensordecedores, o de grupos de música que citan a Metallica entre sus influencias aun estando en las antípodas de lo que es un grupo de metal.
Ya en Zaragoza le dieron un repaso a Children of Bodom, que osaron cuestionar su grandeza, y así salieron. Los que cuestionen la grandeza de Megadeth saldrán también escaldados. Lo demuestran a guitarrazo limpio cada vez que pisan un escenario. Así es este negocio.



martes, 2 de marzo de 2010

Me and Rock n'Roll (1): Green Day

No podría empezar a hablar de otro grupo que no fuera Green Day para recordar mi idilio musical que comenzó a la adolescencia y que espero que perdure por los siglos de lo siglos y amén. He conocido muchos punkis que han hablado siempre barbaridades de Green Day mientras se retocaban su cresta con gomina del supermercado y un parche bastante nuevo de G.B.H. , The Exploited o similares, mientras manifestaba sus inclinaciones musicales en clave de punk, siempre con un mínimo de radikalidad que no permitía tolerar a estrellas de la MTV como mis primeros ídolos californaianos. La verdad que he pasado por muchas etapas musicales (no tantas como otros), pero lo que sí puedo decir con rotundidad es que Green Day fue el primer grupo de Rock que me gustó de verdad. Mi primera cinta de cassette, bendito cassette, fue un concierto pirata (sí Ramoncín, ya existía la piratería entonces) de Green Day, llamado "Having a Blast", que en realidad es una canción del disco con el que el triío calavera se hizo mundialmente famoso. Era el año 1994 y mi primo Dani, culo inquieto musical también y diez años mayor que yo, me dejó este directo. Un pirata que me grabé en cinta, supongo que en su casa porque yo no tenía aparatejo de CD por aquel entonces. La verdad que ya había conocido antes a Green Day gracias a la magia de la televisión y más concretamente a través de la MTV que aunque sea otro de los iconos del capitalismo moderno, ha descubierto el rock a millones de jóvenes con los vídeos de rockeros como estos que dejaron de actuar en squats hace ya bastante años. Yo tenía trece años y cuando volvía del cole lo que más me gustaba, después de ver el Goku por supuesto, eran los programas de la MTV que ofrecían vídeos a cascoporro. El milagro de la parabólica. Cuando la instalaron en mi bloque aprecieron nuevas puertas al mundo exterior: Galavisión, MTV, Sky News, la CNN y alguna alemana que no recuerdo. No era mucho, pero almenos la música que entraba valía la pena en algunos cosas. Y un día apareció el vídeo de "Basket Case" en la tele. Un vídeo así no dejó indiferente a un chavalillo como yo y los redobles de batería de Tre Cole me parecieron increiblemente rápidos, así como esas guitarras que te hacen pensar al momento "quiero un cacharro de esos". La cara de demente de Billie Joe Amstrong y el destrozo de la ventana del bajista Mike Dirnt acabaron por convencerme que era el mejor grupo del mundo, muy por encima de las mierdas de la época que abundaban en MTV y sobretodo en la tele y radio españolas. Por fin, había superado la época de Michael Jackson, esto era solo el principio. Luego vendrían las escapadas al Corte Inglés para ojear las portadas de los discos de Green Day y sus respectivos piratas. No, Ramoncín todavía no estaba tan involucrado, así que cuando un grupo era puntero, los piratas abundaban incluso en EL Corte Inglés.
Tardé casi 10 años en ver en directo a Green Day, pero saldé una deuda pendiente con el grupo que más cariño tengo y por el que todavía me peleo cuando alguien trata de ir de listo y negar la importancia y calidad de un grupo que, aunque se haya establecido en el mainstream de manera permanente y tenga unos seguidores a años luz de donde me encuentro ahora, son y han sido siempre una formidable banda de rock, algo que nadie pude discutir. Yo siempre celebraré mi entrada en el paraíso del rock con las notas de Green Day.

viernes, 19 de febrero de 2010

El punk no ha muerto...


...pero está viejo que te cagas.

Hay que ver como pasa el tiempo, y cuando uno se da cuenta que la cuesta abajo de la veintena llega al fin como es mi caso, todo lo que gira alrededor envejece de igual forma, más si se trata de supervivientes de aquel 77 tan mítico y cada vez más lejano.
Johnny, Joey, Strummer, son nombres propios del movimiento más canalla y a la vez más importante del siglo XX en lo que a lo cultural se refiere, le pese a quien le pese. Ellos fueron las caras visibles de la punkarrada inglesa y americana y murieron a las puertas del siglo XXI, un siglo que ha visto mantenerse en pie a a las segundas hornadas de punks ingleses como G.B.H. , Anti Nowhere League, Exploited o lcontemporáneos como los que me han empujado a escribir estas entrañables líneas, los también británicos Vibrators y Uk Subs.
Al visitar la Sala Estarperlo y desvirgarme como espectador de la más que espectacular programación de conciertos para este 2010 en esta Sala de Badalona, puede viajar en el tiempo como Marty McFly para ver a supervivientes del 77 sobre un escenario, sobre su hábitat natural. Me cuesta sacar una conclusión que no sea "joder qué viejos" pues tanto unos como otros distaron mucho de esos punkis saltarines que en tantos vídeos hemos visto los amantes de la punkarrada. El cantante de Uk SUbs me pareció más una señora mayor que un cantante punk. El colega Carlos me respondió que ya era feo de joven, pero la explicación no fue suficiente para mí. Pesambre. EL punk ha dejado de ser definitivamente un movimiento rompedor. Los que antes encaraban la cámara como si les fuera la vida en ello y desafiaban a la audiencia con su actuitud macarra, son hoy casi abuelos que se mueven torpemente, con alguna excepción y cuya actuación no supone más que una noche de nostalgia para unos y de "he visto a UK Subs por fin" para otros. Estoy entre los segundos y sigo maldiciendo haber sido un adolescente 20 años más tarde. Cambio el grunge por el punk. No se puede. Tendré que conformarme con las viejas glorias. Pues no.

Otros también viejos, aunque es justo decir que bastante menos, dieron una lección de Rock and roll en la Sala Bikini hace unas semanas. Los demoledores Backyard Babies. Me quedo con eso y con el vendaval de rock and roll acelerado y sudoroso que salió de sus majestades del rock sueco porque dede la primera nota salieron a derrumbar la sala e hicieron olvidar sus dos anteriores vistas a las que asistí también y que me dejaron con un "bueno no ha estado mal". Y nos quedamos con ganas de más.

Lástima que no haya sentido lo mismo con los Uk Subs, que además se vieron superados por unos Vibrators mucho más en la línea de lo que han sido siempre pues mantenerse como Hardcoreta siempre cuesta más con el paso del tiempo. Aunque el cantante parezca haberse olvidado de tocar la guitarra porque no se la colgó ni una sola vez que yo sepa.

Seguiremos tachando la lista de los pendientes por ver, antes de que sea demasiado tarde...

martes, 12 de enero de 2010

Me and rock and roll

Cada uno usa su blog para lo que le da la gana. Algunos exponen sus ideas y sus paranoias, como yo suelo hacer, otros sus fotos o inquietudes artísticas y otros para soltar mierda por la boca, traspasándolo a un teclado de orrdenador. A mi siempre me ha apetecido escribir sobre lo que me gusta, pero ahora que me acerco a los treinta a velocidad vertiginosa, empiezo a tener ganas de echar la vista atrás y escribir sobre cosas que he disfrutado todos estos años, y una de esas es, indudablemente, la música.
Más que nada me apetece dejar constancia escrita de todas las vivencias, que son muchas, que he tenido al estar contacto con el maravilloso mundo de la musiketa que en tantas ocasiones me ha acompañado, y lo haré escribiendo acerca de cada uno de esos grupos que ha estado ahí en ese momento, con todo lo que ha rodeado ese instante que se ha convertido en mágico, trágico, o tragicómico, entre otras muchas cosas. Grupo por grupo, sin orden cronológico ni orden de de preferencia, cuando algo me haga recordar esas noticas...y recordar los buenos momentos con todos los amantes del rock and roll, ou yeah. Porque siempre he pensado que la música te gusta por las persona que te la enseñan más que nada. Por eso me gusta pensar que la música que amo es sinónimo de que quiero a los que me rodean. Hasta la próxima entrega...